El período de información pública que se abre, por espacio de un mes, supone un paso "imprescindible" para dar comienzo al derribo, según detallaron fuentes oficiales del Ayuntamiento de La Laguna, que añadieron que lo primero que se requiere es conseguir la propiedad de los inmuebles para poder demolerlos, para lo que se ha optado por la fórmula de la "expropiación negociada con cada propietario".
Entre los avances administrativos referidos en el boletín, también se ordena a Muvisa, como ente gestor de la actuaciones, que solicite los correspondientes certificados del Registro de la Propiedad en los que se acredite el dominio y cargas de las fincas que se encuentran afectadas.
Aunque poco visible, todo esto llega después de meses de trabajo. Concretamente se han venido desarrollando los proyectos de edificación, urbanización y demolición correspondientes a toda la primera fase, que incluye a 188 viviendas, de las que 108 entraban en el convenio de 2015 (suscrito en noviembre del pasado año) y 80, en el de 2016. No son todas. Quedan 450 casas más en las que los vecinos confían en una actuación sin tantas demoras.
Fuente: El Día